✅ Y esto del elevator pitch personal, ¿qué es?
Esto no tiene ningún misterio.
El elevator pitch es un discurso breve (de entre 20 segundos y 1-2 minutos como máximo) que resume:
- Quién eres.
- Qué puedes hacer por la persona frente a ti (tu potencial cliente).
- En qué eres diferente de tus competidores.
Una respuesta “cargada y lista para disparar” para cuando te asaltan con la temida pregunta de “Y tú ¿en qué trabajas?”.
👉 1. “¿De verdad me hace falta prepararme un discurso así? ¿No basta con decir a qué me dedico?”
Pues… lo sentimos, pero no. Y te explicamos por qué.
Imagina que tienes delante de ti al dueño de un negocio que no tiene una marca personal online trabajada, y le dices: “Ah, pues mira, yo justamente soy consultor digital de marca personal”.
El problema es que eso no le dice nada a la persona de cómo le puedes ayudar.
Y es que:
- El dueño de ese negocio quizá no sepa por qué es importante trabajar su marca.
- Incluso si lo tiene claro, puede no saber qué hace un consultor digital de marca personal ni cómo le puedes ayudar.
- Y en el caso de que sí conozca tu profesión, tampoco le estás dando motivos para contratarte a ti y no a otro consultor.
En una palabra, no vas a conseguir captar su interés. Y sin eso, es muy difícil que esa conversación acabe en venta en un futuro.
👉2. ¿Un elevator pitch personal sirve para vender?
Sí y no.
Un elevator pitch no está pensado para vender por sí solo. Es muy poco probable que un potencial cliente decida contratarte solo con escucharlo.
En realidad, el elevator pitch es un gancho.
Su propósito es que la persona frente a ti entienda rápidamente qué haces y, sobre todo, cómo le puedes ayudar. Así llamarás su atención y que quiera saber más sobre tus servicios como profesional.
Por ejemplo, lo puedes usar para:
- Romper el hielo con un potencial cliente que te has encontrado en un evento presencial.
- Responder un email de una persona que quiere saber más sobre lo que haces, pero que aún no sabe si tu producto o servicio es lo que busca.
- Aprovechar esas oportunidades que te surgen en el día a día: durante una reunión con amigos, en una visita al peluquero, comprando en la frutería de tu barrio… Recuerda, en una semana normal te puedes topar con hasta 3 o 4 potenciales clientes.
En estos casos es muy poco habitual que te salga una venta en firme al momento (nadie te va a firmar un contrato en lo que terminan de cobrarle el pan). 😉
Pero gracias al elevator pitch consigues posicionarte en la mente de esa persona y que, como mínimo, se vaya a casa pensando: “Oye, esto que me ha contado es bastante interesante. Tengo que llamarlo/mandarle un email/echarle un vistazo a su web”.
✅ Las 4 preguntas que debes hacerte para elaborar el elevator pitch perfecto (con ejemplos)
Ten clara una cosa.
Un elevator pitch solo te va a servir de algo si dedicas tiempo suficiente a prepararlo. Eso implica:
- Definir muy bien qué elementos incluir en el discurso para persuadir a tu potencial cliente.
- Repetirlo ante el espejo hasta memorizarlo y que te salga como un resorte.
Lo segundo depende solo de ti… pero con lo primero sí que te podemos ayudar.
En Brandea seguimos un método para elaborar tu discurso de ventas basado en 4 preguntas.
Es muy importante que te tomes tu tiempo para reflexionar antes de responderlas, porque eso es lo que va a hacer que tu elevator pitch sea realmente efectivo.
Son estas.
👉 1. ¿Cuál es el problema que tiene mi cliente ideal?
Arrancar tu elevator pitch hablando de ti y de lo que haces es un error.
Eso a tu potencial cliente no le interesa.
Tienes que hablar de él: de sus necesidades actuales, de eso que le quita el sueño por las noches.
Esto hará que la persona frente a ti se vea reflejada (si su perfil es el de tu cliente ideal) y que sienta más interés por lo que vas a contarle.
Por ejemplo, supongamos que eres un consultor digital de marca personal que ofrece servicios de consultoría a decoradores de interiores freelance.
Este podría ser el problema de tu cliente ideal:
“El sector del diseño de interiores está muy competido. Hay muchísimos profesionales, y todos tienen un servicio y un discurso de ventas muy similares”.
👉 2. ¿Qué consecuencias tiene que no se resuelva ese problema?
De acuerdo, ya tienes claro que a tu cliente ideal le cuesta conseguir clientes porque hay muchísima competencia y no saben cómo diferenciarse.
Pero y eso, ¿qué supone para él? ¿Qué pasa si no le pone solución hoy mismo?
En este caso:
“Al no saber cómo diferenciarse, la única estrategia que tienen para conseguir clientes es reducir sus precios para seguir siendo competitivos. Eso hace que su negocio sea menos rentable y que atraigan clientes más preocupados por el precio que por la calidad. A nivel personal se frustran, porque sienten que no están cobrando unas tarifas acordes al valor de su servicio”.
👉 3. ¿Qué hago yo para resolverle ese problema?
Ahora sí, toca hablar de ti. O más concretamente de lo que tú, como profesional, puedes hacer para revertir ese problema que tiene tu cliente ahora mismo.
Así, siguiendo con el ejemplo:
“Yo soy un consultor digital de marca personal, lo que significa que ayudo a mis clientes a elaborar estrategias de marca personal que les permitan diferenciarse y posicionarse en la mente de sus compradores”.
Y ya solo nos queda una cosa más.
👉 4. ¿Cuáles son los resultados de ayudarle a resolver ese problema?
Recuerda lo que te decíamos antes: a tu cliente no le interesa saber qué haces, sino qué va a conseguir trabajando contigo.
Porque tú como consultor diseñas estrategias de posicionamiento de marca, pero ¿eso qué significa para él?
Pues:
“Gracias a este servicio mis clientes consiguen destacar frente a su competencia. Eso les permite subir sus tarifas y dejar de competir exclusivamente por precios. De esta manera su negocio se vuelve más rentable, atraen clientes más comprometidos y, sobre todo, vuelven a sentirse realizados”.
👉 [EXTRA] Así queda tu elevator pitch terminado
Una vez hayas respondido a estas 4 preguntas, ya tendrás el 90 % del trabajo hecho.
Ahora solo te queda lo más sencillo: hilar las respuestas que has escrito para elaborar un elevator pitch completo.
Fíjate cómo lo hacemos:
“Como sabrás, el mayor problema que tienen los decoradores de interiores freelance es que trabajan en un sector con muchísima competencia. Hay muchos profesionales que ofrecen sus mismos servicios y todos tienen un discurso de ventas muy similar.
Esto obliga a los diseñadores freelance a rebajar sus tarifas para seguir siendo competitivos.
El problema de hacer eso es que su negocio se vuelve menos rentable.
Además, los clientes que le dan más importancia al precio que a la calidad de tu servicio, suelen ser clientes menos comprometidos.
Todo eso hace que se acaben sintiendo frustrados y que pierdan la motivación.
Yo soy un consultor digital de marca personal. Eso significa que ayudo a mis clientes a desarrollar su marca personal y a elaborar una estrategia que les permita posicionarse en la mente de sus compradores.
Gracias a mi trabajo, mis clientes consiguen sobresalir en su sector y atraer clientes que valoran la calidad de su servicio, lo que les permite subir sus tarifas y volver a sentirse realizados con su negocio”.
¿Ves la diferencia que hay entre decir simplemente “Soy un consultor de marca personal” y esto? 😉
Este discurso lo puedes completar más incluso hablando de otros aspectos que te diferencien, como tus valores de marca, tu background profesional o personal…
✅ Ahora te toca a ti: responde a estas 4 preguntas y elabora un elevator pitch personal irresistible para tus potenciales clientes
Una cosa más antes de terminar.
Este método que te hemos explicado te ayudará a estructurar tu discurso y hacerlo más persuasivo.
Pero para que realmente funcione, hacen falta 3 ingredientes clave:
Lo primero es entender muy bien a tu público. Conocer sus preocupaciones, los retos que afrontan en su día a día, etc.
Lo segundo, prepararte muy bien el elevator pitch hasta que te lo sepas de corrido.
¿Y el tercero?
El tercer ingrediente es ofrecer un servicio o producto de mucha calidad que resuelva un problema de tus clientes y por el que estén dispuestos a pagarte.
En una palabra, que sea un producto o servicio demandado.
Esa es una de las grandes ventajas del consultor digital de marca personal: que cualquier profesional que quiera vender online necesita unos servicios como los suyos.
Si te ha picado el gusanillo por este perfil y quieres saber más sobre él y sobre cómo puedes convertirte en consultor, el primer paso es entrar aquí y echarle un vistazo a nuestra formación “Soy Personal Brander”.
Un programa en el que te enseñamos nuestra metodología de trabajo paso a paso para que como consultor digital de marca personal puedas ofrecer resultados a tus clientes.
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¡Nos vemos dentro, compi! 😉